
Imaginad que historia tiene tan ensimismada a nuestra joven amiga. ¿Será una historia de amor, un relato de aventuras? ¿Quizás ha descubierto un misterio, un secreto...?
El despertar
Tu serenidad y belleza me cautivaron en el mismo instante que descubrí tus ojos. Te contemplé durante un fugaz lapso que, a mi me pareció una eternidad, incluso suficiente para imaginar toda una existencia a tu lado. En aquel momento supe que tú eras la razón de mi supervivencia. Mi vida dependería de tu antojo, tú serías mi dueña, mi amor, la causa de mi aflicción o dicha.
Pasaron horas, días y se han acumulando hasta que se han convertido en años y ahora soy consciente de que mi vida en este mundo es espectral. No poseo vida propia, he vivido de anhelos, sueños, a tu sombra.
He despertado y sé que no eres la persona que creí percibir en aquel instante… El momento que llenó de esperanza mi alma, la amalgama de sentimientos que eran los deseos más profundos de mí ser, no eran sino, aquello que tod@s queremos encontrar en una persona y que a menudo nos equivocamos reflejándola en el ser equivocado.
En aquella noche estrellada,
Había estado lloviendo toda la mañana, pero por la tarde el cielo se despejó dejando ver un cielo de color anaranjado. Era uno de los atardeceres más bonitos que Marta había contemplado en su vida. Decidió dejar su pena a un lado y dar un paseo cerca del acantilado. Le apetecía sentir la brisa del mar sobre su rostro y escuchar el sonido de las olas al romper contra las rocas. Se abrigó un poco y salió de casa tomando el camino que llevaba al viejo faro. Le vinieron a la memoria, posiblemente inspirados por el olor a hierba mojada, recuerdos de su niñez, de cuando jugaba por aquellos campos de su infancia, pero sobre todo, de cuando conoció a Luis. ¿Cuántas veces habían paseado juntos por aquel mismo camino? Hacía tres meses que Luis se fue. Normalmente, Luis escribía a Marta todas las semanas, pero aquella semana ninguna carta para Marta llegó en el correo semanal.
Se oían rumores de que la guerra estaba siendo muy sangrienta. Los soldados, en innumerables ocasiones, se veían forzados a pasar semanas escondidos y refugiados en la sierra. Eso era lo que a Marta prefería pensar, que mañana lunes, con el correo, recibiría carta de su querido Luis.
Hacía fresco, Marta decidió volver a casa y encender la chimenea para calentar la casa. Cenó temprano y se acostó pronto, como en un intento para que amaneciera más temprano, pero aquella noche Marta no pudo pegar ojo. Le venían a la mente las peores ideas posibles sobre lo que le podía haber pasado a Luis. Luego, se animaba pensando que no pasaría nada, que mañana le llegaría la carta y estaría más tranquila. Así pasó la noche entera.
Al alba, un fugaz rayo de sol despertó a Marta. Ya era de día, al final había dormido algo. Sin desayunar ni peinarse, salió de su casa camino al pueblo. Cuando llegó, encontró mucha gente esperando frente a la oficina de correos. Los nervios la estaban destrozando mientras aguardaba.
Cuando llegó su turno,como el lunes pasado, aquella mañana tampoco había carta para ella...
Ya es hora que el verdadero heredero de esta Corona que ha permanecido hasta este momento oculto tras las sombras del miedo de esta dinastía usurpadora y tiránica, reaparezca con todo su esplendor como así se merece esta Corte y este su pueblo que desfallece de hambre y penurias... Es el tiempo de restablecer el orden político...
Mi hermosa y deslumbrante señora bastará que durante uno de esos desmesurados momentos de pasión que vos entregaréis a ese desalmado mequetrefe déis a beber uno de los tantos elixires de amor envenenado por los que él tanto desfallece y todo habrá terminado...
Recordad que en estos días que corren el silencio y la prudencia son nuestros mejores aliados. No olvidemos que la impaciencia es causa de muchos males. En pocos días podremos ver desfilar felizmente el pomposo cortejo fúnebre de este desmerecido y austero monarca .
Ella subió al tren, triste, llorosa, sin volver la cabeza. Mientras, Jorge, desde el andén veía como el tren se ponía en marcha y poco a poco desaparecía en el horizonte. En ese tren iba lo que él mas había amado. En sólo tres meses llenos de amor, pasión y lujuria había conocido lo que era amar de verdad.. Pero ese amor no podía ser.
En otro lugar le esperaba Ana, la mujer que había dejado todo, ciudad, familia, trabajo por estar con él. Y que ahora lo necesitaba más que nunca. Estaba postrada en una cama y sus pies y sus manos eran él.
- Ya estoy ahí pero no llores mas.Ella toda nerviosa buscaba, en su ropero su vestido más bonito, sus zapatos a juego. Cogió unos pendientes de corazones que él le había regalado en el día de los enamorados. No podíra ponérselos. Las manos le temblaban de la emoción. Uno de los pendientes cayó al suelo. Ella temblaba y temblaba, imploraba:
- ¡ Dios mío, hazque aparezca mi pendiente favorito!.
En ese instante escuchauna llave abriendo la puerta. Se levanta con tanta prisa que se golpeala cabeza con la esquina de la cómoda. Baja corriendo los escalonesde dos en dos y allí estaba él.
- ¡Hola amor! ¿He llegado pronto?.
Y ella sin decir palabra le abraza fuertemente. Él la coge por la cintura yla besa... y la besa..., con un dulce beso interminable.
Le pregunta si noera feliz... y cuál era el motivo de sus lágrimas y ella le respondecon su voz un tanto apagada:
- Es que he perdido uno de los pendientesque me regalaste en el día de San Valentín y son mis preferidos.Él la mira con mucha dulzura a los ojos y quitándole las lágrimasde su bello rostro:
- No te preocupe amor, yo lo encontraré para tiSubieron al dormitorio, y allí estaba el pendiente detrás de la pata de la cómoda.Ella volvió abrazarlo y se fundieron los dosen un gran beso de amor....
Está lloviendo, se acerca a la ventana y ve a su amigo Pedro haciendo un agujero en el jardín.
¿Cómo?¿Lloviendo se va a poner a sembrar algo? La curiosidad le invade y se queda en la ventana. Ve a su amigo sacar un pañuelo del bolsillo del pantalón, no es raro, está lloviendo y le habrá caído agua en los ojos... Pero ella sigue mirando y observando cada movimiento que éste da.
Ve como entra en la casa y saca una especie de manta con algo dentro. Se ve que pesa. Se dirige al agujero e introduce la manta, deja caer su contenido y se arrodilla tapando el agujero. Una vez terminado su trabajo, mira al cielo y vuelve de nuevo a secarse los ojos, se queda inmóvil unos instantes y deposita unas flores ¿Qué extraño ? Se pregunta Ana. En ese momento Pedro gira la cabeza y la ve, la saluda y le enseña la manta donde pone " Yaki "; ella se pone triste y comprende que Pedro ha perdido a su gran amigo, un perro que tenía desde pequeño y al que adoraba.
Me decía: “Te espero esta noche a las diez en los Puentes de Madison”. Era nuestro sitio de encuentro, sí, como en la película de Meryl Streep y Clint Eastwood. Me puse como loca, no veía llegar el momento. La espera se hizo interminable. Por fin llegó la hora tan esperada. Me puse lo más guapa que pude y me fui a escondidas para que nadie me viera.
Al llegar, me llevé una gran sorpresa, pues no había nadie allí ¡Que susto! Sentí que alguien por detrás me tapaba los ojos con unas manos grandes y muy suaves. Me volví inmediata mente. Era él.
No dijimos nada, me rodeo por la cintura y nos besamos apasionadamente.
- ¿Por qué nos hemos conocido para no volvernos a ver nunca más.
Ella le contestó:
- No digas eso, ha sido mucho elsufrimiento, pero en mi alma llevo aquellos instantes de amor que mantienen vivo mi corazón. No me has hecho daño. Preferiría sufrir mil veces más en vez de no haber conocido tu amor...
UNA MUJER DESESPERADA
Vivían en una gran mansión. Su marido tenía una empresa de perfumes. No le faltaba de nada, tenía personal de servicio que se encargaba de la casa, dinero, pero no era feliz. Nadie en casa la trataba con respeto. Su marido siempre llegaba tarde. Sus dos hijos cuando les regañaba por llegar tarde le gritaban y la trataban como si no fuera nada. Todavía era joven y ya no podía más. Un día fue a la empresa y vio como su marido se besaba con la secretaria. Salió corriendo, llegó a su casa, recogió sus cosas y se marchó.
Han pasado muchos meses desde entonces y ahora es cuando es feliz, fuera de aquel infierno.
En un poblado indio, el jefe tuvo una sola hija y estaba muy orgulloso con esa niña. No le importaba que no fuese varón pues con ella contaba para todo. Sabía cocinar, hacer casas de caña, montar a caballo y lo que más le gustaba era ir a cazar. Cuando un día fueron de caza se apartó de todos, buscando lo antes posible un búfalo para ser ella la primera en cazarlo.
Derechos y Libertades
Capitulo 14
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición circunstancia personal o social.
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