La escritura del prisionero

Se trata de escribir un mensaje, tipo SMS de teléfono móvil, con un mínimo de 100 carácteres y un máximo de 160, en el que utilicemos unas letras determinadas.

Tendréis tres opciones a elegir:

- Con letras que se alzan como farolas: b, d, f, h, k, l, t.

- Solo con letras que se hunden pesadamente: g, j, p, q, y.

- Solo con letras medianas: c, m, n, r, s, v, w, x, z.

por supuesto, utilizando las vocales.

Esta técnica de escritura es de origen francés y se llamó la escritura del prisionero. La idea partió del relato de un preso que quería aprovechar al máximo el poco papel del que disponía y escribía amontonando las líneas, sin prácticamente dejar espacios intermedios.

Ansío susurros, caricias, su sonrisa, sus manos, su voz, su esencia, su ser. Evoco un amor ausente, enveneno con un suave aroma inocuo mi memoria. A veces araño en mi miseria, en mí ser en conmoción, a veces amo.

Inés

 

Con amor me reservé a Mario, en mi ser vive su amor, su sonrisa, su armonía, su voz...Esas vivencias con Mario vino, como una razón severa en mis venas, susurrando con su ausencia. Ven a mi Mario mío, como mi amor va a vos.

Charo

Marina: sonríeme con amor, sáciame con sazón, con sensatez. ¡Seréis mi savia secuaz!¡Socáveme mi amor!, seréneme, sea mi ama severa, seré su siervo sincero, su sinónimo en amor. ¡Casémonos!.

Marina, Reina sumisa: os narro mi recio amor, recurro a rancios susurros, a siseos amorosos. Más, vos sois como una roca. Me enerváis. ¡Amémonos!, sin raciocinio, con un amor sin rasero.

Ana

Boda de familia hermano Kike la liamos todos.

Antonia

Eres mi razón, amor , ¡ como amo esas caricias!. Ansío esos mimos, esos arrumacos cuan nos amamos, mi corazón. Me moriré si no nos vemos más.

Pepa

Zoe, vive, ríe como su amado mar. Con su risa mece esas rosas. Con sus manos como nácar acuna a esa niña. Zoe, con cara serena, narra vivencias marineras, canciones amorosas. Zoe eres mi sirena sinuosa. Me encerrarás en esa caverna oscura, me envenenarás con versos de cianuro, con susurros voraces. Aún así, no vencerás a mi razón. Tu amor, no es amor. Es sinrazón. 

Mercedes