sábado, 30 de abril de 2011

Instrucciones - ejemplos sobre la forma de tener miedo

Julio Cortázar nos invita a tener miedo con los siguientes ejemplos o instrucciones:


En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere.

En la plaza del Quirinal, en Roma, hay un punto que conocían los iniciados hasta el siglo XIX, y desde el cual, con luna llena, se ven moverse lentamente las estatuas de los Dióscuros que luchan con sus caballos encabritados.

En Amalfí, al terminar la zona costanera, hay un malecón que entra en el mar y la noche. Se oye ladrar a un perro más allá de la última farola.

Un señor está extendiendo pasta dentrífica en el cepillo. De pronto ve, acostada de espaldas, una diminuta imagen de mujer, de coral o quizá de miga de pan pintada.

Al abrir el ropero para sacar una camisa, cae un viejo almanaque que se deshace, se deshoja, cubre la ropa blanca con miles de sucias mariposas de papel.

Se sabe de un viajante de comercio a quien le empezó a doler la muñeca izquierda, justamente debajo del reloj de pulsera. Al arrancarse el reloj, saltó la sangre: la herida mostraba la huella de unos dientes muy finos.

El médico termina de examinarnos y nos tranquiliza. Su voz grave y cordial precede los medicamentos cuya receta escribe ahora, sentado ante su mesa. De cuando en cuando alza la cabeza y sonríe, alentándonos. No es de cuidado, en una semana estaremos bien. Nos arrellanamos en nuestro sillón, felices, y miramos distraídamente en torno. De pronto, en la penumbra debajo de la mesa vemos las piernas del médico. Se ha subido los pantalones hasta los muslos, y tiene medias de mujer.

Os invito a elegir la situación que os resulte más sugerente para escribir relato corto.

¡Ya estoy temblando de miedo!

Se sabe de un viajante de comercio a quien le empezó a doler la muñeca izquierda, justamente debajo del reloj de pulsera. Al arrancarse el reloj, saltó la sangre: la herida mostraba la huella de unos dientes muy finos.
El mismo empezó a recordar aquella maldita historia. En los últimos viajes de negocios, Manuel, que así se llamaba el viajante, había mantenido relaciones con una mujer muy guapa, misteriosa, que le había vuelto loco. A pesar de estar casado y tener unos hijitos maravillosos, en su cabeza solo rondaba la idea de volver a verla. Todas sus citas clandestinas habían sido en el mismo hotel. Ella le esperaba en la habitación, con una ropa interior muy sugerente. Comenzaban a charlar y sin darse cuenta ya estaban besándose, jugando y haciendo el amor como dos locos enamorados. Manuel notaba algo muy raro, en todos sus encuentros sexuales después, por la mañana se encontraba muy cansado, pálido, sin energías para empezar el nuevo día, sin embargo su amante se mostraba vigorosa, rejuvenecida, llena de vida. Ahora el viajante lo tenía muy claro, había mantenido relaciones con una vampiresa y la muestra de sus finos colmillos estaba en su muñeca. Pensó que no volvería a verla jamás y asunto resuelto. No sabía lo que le esperaba...
Ya en su hogar con su familia, haciendo una vida normal, empezó a notar unos deseos extraños, incluso cuando jugaba con sus hijos pensaba en su sangre. Estaba muy preocupado, en dos ocasiones a su propio hijo le intentó clavar en el cuello sus extraños colmillos que ahora eran finos y muy alargados. Empezó a investigar sobre la historia de Drácula y los vampiros y la única forma de darles muerte para siempre era cortarles el cuello o clavarles una estaca en el corazón. Por sus deseos implacables de beber sangre humana sabía que tendrían que acabar con su vida cuanto antes mejor. Le contó a su mujer la maldita historia y le pidió que por el bien de todos fuese ella misma quien lo matase, ella no sabía qué hacer pero por el bien de todos aceptó. Eligieron el momento adecuado, ató a su marido fuertemente, le suministró un somnífero como él le había pedido, y con una estaca que él había hecho le atravesó el corazón. Luego lo emparedó en el sótano donde él le había indicado, así fue como Manuel acabó.
Para todos los demás la historia fue diferente, Manuel había abandonado a su familia, huyendo con una mujer de la que se había enamorado. Su mujer jamás pudo vivir tranquila con su conciencia, pero sabía que no tuvo otra alternativa.

Carmen




Nos fuimos de excursión este puente y decidimos ir al campo. Encontramos un lugar muy bonito cerca de un río, colocamos la tienda de campaña y demás enseres. Algunos amigos decidieron pasear y otros nos quedamos allí.
Desde un principio no me sentía muy a gusto, había algo en el ambiente que no me encajaba. Observé el paisaje y sus alrededores y me chocó el escaso ruido, no se escuchaba ni a los pájaros ni a las ranas ni ningún otro ser vivo solo el susurro del agua del río. Se lo comenté a mis compañeros pero echaron achaques de todas clases. Pusieron la radio y eso fue todo. Cuando llegó la noche y después de la juerga formada, decidimos irnos a dormir. A media noche escuché gritos desgarradores, salí de mi tienda y vi a mis compañeros correr de un lado a otro. Pregunté qué pasaba y me dijeron que dos de nuestros compañeros se habían metido en el río y transcurrido unos 15 minutos, no habían salido del agua. Tras varias horas buscando, vimos en medio del río algo flotando. A medida que nos íbamos acercando, el ruido de nuestras pisadas sobre las hojas secas, junto con el silbido del viento de media noche, nos hacía temer lo peor. Cuando llegamos al lugar nuestros peores presagios se hicieron realidad. Uno de mis compañeros se atrevió a darle la vuelta al cuerpo y pudimos observar con temor como le faltaba uno de sus ojos y tras examinar más detenidamente el cuerpo encontramos signo extraños sobre él. El misterio de aquel lugar solo había hecho empezar...
Os preguntaréis donde estaba el otro compañero, solo os puedo decir que hasta el momento no sabemos nada.


Charo


EL LIBRO MALDITO


Esta es la historia de María. Se había casado, según ella, con la persona más maravillosa del mundo y no le importaba ser diez años mayor que él porque estaba muy enamorada. Su luna de miel había sido una sorpresa porque Jorge, así se llamaba su amor, había decidido ir a un pueblecito de Escocia, donde iban a poder disfrutar de una de sus pasiones, que era conocer culturas pocos conocidas y leyendas antiguas.
Llegaron a su destino. El hostal donde se hospedaban era coqueto, pequeño pero limpio y acogedor. Llevaban dos días paseando por el pueblo, recorriendo sus calles y casas antiguas y conociendo a gentes que leS contaban historias apasionantes. Al tercer día encontraron una librería, entraron en ella y vieron libros que tenían más de un siglo. María se fijó en uno de ellos que tenía una encuadernación preciosa y Jorge viendo su curiosidad preguntó el precio. El librero le contestó que no estaba en venta porque estaba maldito. Lo había comprado en una subasta donde vendían artículos de una mansión donde todos sus habitantes habían muerto en extrañas circunstancias. Jorge insistió en comprarlo ofreciendo una cantidad elevada que María entendió como una prueba de amor.
Cuando llegaban al hostal después de sus paseos María subía a su habitación y se ponía a leer ese libro que cada vez la tenía más entusiasmada. Llevaba varios días leyendo cuando al terminar un capítulo vio que las páginas siguientes estaban en blanco y al final de estas páginas había una reseña que ponía que moriría al dar las tres. Se le comentó a Jorge y este le dijo que el librero les había timado.
Estaba echada en la cama, sonaron tres campanas en el reloj de la iglesia del pueblo y María sintió que le faltaba el aire y un escalofrío recorrió su cuerpo. Jorge entró en la habitación y mirándola le dijo a María:
- Sabía que no podías resistirte a leer el libro.
María le miró sorprendida y asustada, vio a una mujer con Jorge. Su cara le resultaba familiar, la había visto en la librería el día que compraron el libro.
Por fin antes de cerrar definitivamente sus ojos lo recordó: era la hija del librero.


Mª Ángeles Pachón



Al abrir el ropero para sacar una camisa, cae un viejo almanaque que se deshace, se deshoja, cubre la ropa blanca con miles de sucias mariposas de papel. Estas empiezan a sobrevolar la habitación y recorren la casa, yo las sigo atónito. Entonces ocurre algo. Las mariposas empiezan a unirse y a ser una sola, pero no es una mariposa. ¿Qué es eso? ¡Dios mío! Se convierte en una sombra fluorescente, está quieta delante de mí, parece que me mira ¿tiene ojos? ¿Qué es eso? Abre como una especie de boca y ¡AAAH! lanza un gemido y se dirige hacia mí. Abre más la boca y..... ¡Dios santo! Salgo corriendo por el pasillo y subo las escaleras. De repente hace mucho frio y me cuesta correr.

"Elige un final" si crees poder acabar con la sombra, dirígete al apartado A. Para saber que te puede ocurrir, dirígete al apartado B. Si de verdad piensas que puedes salvarte, dirígete al apartado C.


A) Viene detrás de mí, la angustia me ahoga. Entro en la habitación donde todo empezó. La sombra viene despacio, gimiendo y dejándolo todo helado a su paso. Siento que todo ha terminado cuando veo el ropero abierto, me escondo dentro. La luz fluorescente de la sombra penetra por las rendijas de la puerta ¡no puedo más, me ahogo! De repente veo el almanaque deshecho y comprendo que nunca saldré del ropero.

B) Viene detrás de mí, la angustia me ahoga. En un último esfuerzo me encierro en el sótano. Siento el frio que desprende la sombra. Oigo su gemido y la luz fluorescente empieza a colarse por debajo de la puerta ¡AAAH! se me escapa un grito. Siento su aliento en mi nuca y una presión en el pecho ¡dios mío, no! Lloro, empiezo a notar su abrazo frio, su abrazo de muerte, tengo sueño, todo...se...vuelve...oscuro.

C) Viene detrás de mí, la angustia me ahoga. Siento su gélido aliento tras de mí. Sigo corriendo, subo las escaleras y me encierro en la buhardilla en el momento en que la sombra iba a abrazarme. Suspiro, todo está helado. Tengo que abrir una ventana para sentir el calor de la noche. Giro la cabeza y veo a la sombra dirigirse a mi muy rápido. Está delante de mí, quieta. Ahora veo su rostro ¿pero qué? siento un empujón y en mi caída al vacio, me viene a la mente el viejo almanaque.


José Antonio



Una fuerte luz invadió la habitación de un viejo y destartalado hotel situado en la plaza del Quirinal, construida sobre una de las colinas fundacionales de Roma. Sobresaltada e inconsciente abrí mis ojos que quedaron deslumbrados por la luminosidad que invadía la antigua alcoba. Era la luna llena que irrumpía a través de un largo y artístico ventanal desplegando su espectacular blancura que reflejada en los espejos de las puertas de un voluminoso armario colonial, multiplicando sus rayos hasta la extenuidad.
Me incorporé y busqué fuera a la causante del brillante despertar.
La plaza aparecía iluminada a pesar de que las farolas permaneciesen dormidas, al fondo el Obelisco destacaba en primer plano siendo la escenografía de unos bellos y pétreos danzantes acompañados de ágiles y artísticos pasos ecuestres. Boquiabierta, restregué mis ojos esperando salir de un fantástico sueño. Como la danza continuaba, decidí salir para comprobar de cerca lo que allí ocurría. Caminaba por el edificio que permanecía silencioso, iluminado por el mismo fenómeno. Mi respiración acelerada, con cada paso con el que avanzaba por aquellos largos, fríos y laberíntico pasillos en busca de la puerta principal. Cuando ya parecía percibir el final, un poco asfixiada y deseosa de finalizar, en el giro de lo que creí como último recodo, mi cuerpo chocó con una sombra blanca, fantasmal, que me agarró por la cintura dejándome inmovilizada.
Mi cuerpo reaccionó con un brutal y temeroso grito que se propagó sin obstáculos por la vivienda. Rápidamente mi boca fue tapada por una vieja, huesuda pero fuerte mano, creí desvanecer de pánico. Lentamente fui colocando cara al personaje; era la telefonista del hotel, vestida con largo camisón blanco que parecía hacer juego con su larga y suelta cabellera cayendo a ambos lados de su blanca cara, imprimiéndole un aspecto fantasmal.
Poco a poco fue soltando su resistencia en mi cuerpo, apareciendo una hierática sonrisa, en su céreo rostro, que yo percibí como amable. Mi primera reacción era recular lo más atrás posible mientras ella avanzaba con el mismo compás, comenzando a contar esta mitológica historia:
Cástor y Pólux , los dioscórides representados en la fuente del Quirinal, fueron los hijos gemelos de Leda, mujer del rey espartano Tindareo, sólo a Pólux se le consideraba inmortal porque fue concebido cuando Zeus sedujo a Leda. Se consideraba que Cástor su hermano gemelo , era hijo mortal de Tindareo. Los hermanos fueron inseparables en todas sus aventuras y cuando Idas, un ganadero mató a Cástor, Pólux quedó desconsolado y en respuesta a sus plegarias en las que pedía la muerte o la inmortalidad para su hermano, Zeus reunió a ambos, permitiéndole estar siempre juntos, la mitad en el submundo y la otra mitad en el Olimpo. Estas etapas serán regidas por la luna, los días sin luna brillan en la constelación de géminis como estrellas alumbrando el cielo del Olimpo, la otra mitad en su camino hacia el Hades aprovechan los días de luna llena para realizar fantásticas danzas que dan vida a la plaza.
El sonido del despertador sonó con fuerza, sobre la mesita de noche una guía mitológica, junto a otra, llamada Roma, ciudad eterna.




Esperanza



El médico termina de examinarnos y nos tranquiliza. Su voz grave y cordial precede los medicamentos cuya receta escribe ahora, sentado ante su mesa. De cuando en cuando alzaba la cabeza y sonreía, alentándonos. No es de cuidado, en una semana estaremos bien. Arrollábamos en nuestro sillón, felices, después de la mala noche que habíamos pasado, vomitando y con espasmos en el estomago y miramos distraídamente en torno. De pronto, en la penumbra debajo de la mesa vi las piernas del médico. Se había subido los pantalones hasta los muslos, y vi que tiene medias de mujer. En ese preciso momento me levanté muy nervioso y le pregunté al médico quien era realmente. Mi esposa se quedó atónita al escucharme e intentó tranquilizarme. Sofía le preguntaba al médico qée estaba ocurriendo, no obtenía respuesta alguna, él solamente sonreía. Después de tal lio él médico se levanto de su sillón con una sonrisa maquiavélica y empezó a despojarse de su bata blanca y de su peluca, y cuál fue nuestra sorpresa, esa persona que se hacía pasar por nuestro médico, no era otra, que Leonor, la amiga de mi mujer, a la cual hacía más de diez años que no veíamos.
Le preguntamos qué es lo que quería de nosotros y lo único que nos decía era, que íbamos a pagar todo el daño que le habíamos hecho, no entendíamos nada e insistimos que se explicara. Sin más nos dijo que no saldríamos de la consulta tan fácilmente, antes quería vernos sufrir los efectos de las setas venenosas que habíamos comido en la cena de la noche anterior. Después de oír tal barbaridad, nuestros cuerpos quedaron inertes como estatuas.
Nosotros sabíamos que Leonor había estado internada en un psiquiátrico por trastornos de personalidad, pero no podíamos entender ese odio que sentía por nosotros. En pocos minutos reaccioné, me levanté y la cogí por el cuello y la amenacé con asfixiarla sino me decía que tipo de setas nos había dado. Después de mucho forcejear, sentí un dolor intenso en el estomago, que me hizo perder la noción del tiempo. Sin más oí a lo lejos una voz que me decía "Cariño ¿como estas?, ya todo ha pasado". Abrí los ojos y miré a mi alrededor, sorprendido me di cuenta que estaba en la habitación de un hospital, acompañado de mi madre, de Sofía y de una enfermera. Cuando volví a mirarlas de nuevo me di cuenta que la enfermera era Leonor la amiga de Sofía. En ese momento no sabía lo que me había pasado. Les pregunté, y me dijeron que me habían operado del pulmón, entonces comprendí que todo aquello había sido un mal sueño.

Mari




Me encontraba sola en casa. Era una noche de invierno, llovía con intensidad. Había tormentas, truenos y mucho viento.
No podía dormir. Estaba sentada junto al televisor haciendo zaping sin ver nada cuando de pronto hubo un apagón, el miedo se apoderaba de mí por segundos.
Me quede inmóvil en el sofá y tapándome la cara con una manta. Oía ruidos extraños. Sentía la presencia de alguien. No sé cómo pude levantarme y me fui corriendo para la cama. Con las prisas tropecé con algún mueble y algo cayó al suelo que se rompió, ya sí que creía morir de miedo. Cuando por fin llego al dormitorio noto que una ventana está entre abierta, seguro por el aire, y las cortinas se balanceaban. Vuelvo a levantarme para cerrarla y de nuevo tropiezo y ahora sí que me caigo. Fue horrible. Por fin llego la luz y el sueño me venció A la mañana siguiente desperté y me reía de mi misma y pensé que todo era creado por la imaginación.

Pepa

lunes, 25 de abril de 2011

Encadenamiento de pelis


La actividad de hoy consiste en escribir una historia utilizando títulos de películas de nuestra actriz o actor favoritos.
Un ejemplo:

Se apeó de Un tranvía llamado deseo para bailar de manera Salvaje, El último tango en París. Con su Rostro Impenetrable y cumpliendo La ley del silencio, se enfrentó a la Jauría humana, gritando. ¡Viva Zapata!


Mientras esto ocurría La condesa de Hong Kong provocó una Rebelión a bordo y tuvo que desembarcar en La isla del doctor Moreau. Los recibió El Padrino, invitándolos a una Queimada y presentándoles a Un par de seductores que habían organizado El baile de los malditos. La fiesta se celebró en la Casa de té de la luna de agosto. Entre los invitados se encontraban Superman, Julio César y Cristobal Colón.


Al despedirse pronunció una única palabra: Sayonara.




Rita


ROBERT REDFORD

Con porte de galán y aire de seductor llegó el hombre que susurraba a los caballos. Con una sonrisa y sus ojos azules me encandilo. Me hizo una proposición indecente, a la cual yo no pude resistirme y acepté, pensé es el mejor. Nos fuimos peligrosamente juntos de viaje a la Habana y tal como éramos paseamos descalzos por el parque. Me contó sus memorias de África y las aventuras de Jeremiah Johnson. Recorrimos el puente lejano y comimos en el malecón algunas frutas tropicales, fue algo muy íntimo y personal.
Tan guapo y elegante me recordó al gran Gatby.
Por último fuimos al cine a ver el golpe, Spy game y dos hombres y un destino. ¿Quién me lo iba a decir?, yo que era la mujer sin horizonte, la rebelde y caí rendida a sus encantos.

Pepa


GEORGE CLOONEY


Desde el atardecer hasta el amanecer, compartimos un día inolvidable, fue un romance muy peligroso. En un viaje que hicimos, nos encontramos a tres reyes que nos dijeron que tuviéramos cuidado con el temporal que venía y nos sorprendió la tormenta perfecta, y nuestro coche se nos paró. Gracias a Dios, pasó por allí un autobús que nos socorrió. Los hermanos Cohen, Michael Clayton, y el buen alemán, nos ayudaron y nos recogieron.
Y así nos fuimos todos al primer pueblo que nos encontramos, era un pueblo muy bonito y hermoso y decía Bienvenidos a Collin Wood.


Mª Ángeles González





DENZEL WHASINTONG


Su historia es Imparable, es La historia de un soldado, joven, apuesto, pasional. El desamor le jugó Una mala jugada, se enamoró perdidamente de La mujer del predicador, una bella joven que le robó el corazón. Ellos tenían un Plan oculto para que nadie sospechase de la relación que ambos mantenían en secreto. Para él la fuerza de su amor era comparable a la fuerza del Huracán Carter, para ella últimamente su historia era Mucho ruido y pocas nueces. El predicador descubrió la infidelidad de su mujer, en su pecho ardía El fuego de la Venganza y su mente estaba en esos momentos inundada por una Marea roja que le impedía pensar con claridad.

Organizó para sus amigos un baile de disfraces. Invitó, por supuesto, al amante de su mujer, que acudió disfrazado de American gánster, ella era El demonio vestido de azul. Al final de la fiesta les sorprendió en una situación comprometida. Juró Por la reina y la patria que daría fin a la vida de su mujer y así lo hizo días más tarde. Fue detenido de inmediato y hoy en día cumple condena por asesinato y es El coleccionista de huesos más famoso de la prisión. En el epitafio de ella se lee Grita libertad.

Carmen


HUGH GRANT


Después de nueve meses de sequía sentimental, me he vuelto a enamorar. Se llama Miguel y es como un niño grande. Como es gibraltareño, yo le llamo Micke, ojos azules. Mi amor por él se está convirtiendo en una insólita aventura. Su forma de hablar me cautiva, esa forma tan peculiar de expresarse mezclando el inglés y el español, llamándome su love actually. Esas palabras dichas en ese inglés andaluz, llenan mi vida de sentido y sensibilidad. Cuando estamos juntos soñamos con coger un tren nocturno a Venecia. Nos ponemos a pensar canciones para este amor con preaviso y yo le digo: tú la letra y yo la música, y en lo que queda del día parecemos granujas de medio pelo pensando que quizás al cruzar el límite nos podemos encontrar cuatro bodas y un funeral.

Mª Ángeles Pachón


MARYLIN MONROE



Así era Marylin Monroe, como Eva al desnudo, con una vida rebelde y como una tentación que vive arriba, siempre le atrajo las luces de candilejas y como un río sin retorno se marchó a la jungla de asfalto que era California, allí buscó como casarse con un millonario, vivió con faldas y a lo loco, encontró que los caballeros las prefieren rubias y cuando al final de sus días viajó a las cataratas de Niágara solo encontró un Bus-stop.

Paquita





PAUL NEWMAN




Al caer el sol de ese largo y cálido verano, Harry e hijo encontraron una caja oscura, con un mensaje en una botella, que iba dirigido a Lady Raquel. En dicho mensaje le decía, que aunque estuviera con el agua al cuello, no tenía ni un pelo de tonto y que iría donde esté el dinero, aun sabiendo que esto sería el camino a la perdición y que podría pegarse un gran castañazo, pero si le salía bien, sería un gran salto. En los últimos renglones le ponía: "Un día volveré" y te sentirás como esas mujeres culpables de maltratar a sus hijos. Dicho mensaje estaba marcado por mucho odio, como el coloso en llamas.

Lo firmaba El Vividor.





Mari




YUL BRYNNER





Un día cualquiera, bajo un rojo atardecer, caminando por el Puerto de New York, rodeada de una gran cadena humana que me pareció almas de metal caminando de hormiguero en hormiguero. Cua


ndo cualquier estímulo humano parecía imposible, descubrí una profunda y penetrante mirada, que me resultó cercana. Rápidamente seguí su huella, la huella me condujo a Londres, allí di con la sombra de un gigante. Sentada en un pequeño cine de barrio viendo la película de los diez mandamientos, quedé impactada por la dura mirada del faraón.




Esperanza




HUMPHREY BOGART






Era un hombre sin conciencia, un hombre de esos a los que llaman hombres marcados, periodista de investigación, ese periodismo al que todos conocen como el cuarto poder. Hombre duro, de carácter fuerte. Sus amigos decían de él que era un gánster sin destino. Investigaba un caso de secuestro en la parte más septentrional de Cayo Largo. Habían secuestrado a dos mujeres y casualmente las dos se llamaban igual, por eso el caso era conocido como el caso de las dos señoras Carrol.



En la actualidad el caso estaba estacado y él se encontraba en un callejón sin salida. Eran los violentos años veinte y aunque estaba entregado en cuerpo y alma al caso, era un tener y no tener, hoy tenía un testigo y mañana había desaparecido. Había llegado a lo más alto en su profesión y se jactaba de ello. Su chica, Sabrina, le decía que desistiera en su actitud, que algún día todo se volvería del revés. Él decía que eso no ocurriría pero si así fuese ¿qué pasaría? Pues que más dura será la caída, decía ella enojada, dios tiene una mano derecha que ayuda pero también está la mano izquierda



de dios que te hunde. El decía que no era eso sino la burla del diablo lo que te hunde, yreía con ganas.



Esa noche se encontraba en un lugar solitario de la isla, a través de la noche, pensó en el circo sangriento en el que se había convertido su vida. Miró el cielo oscuro y vio una estrella fugaz, una llama en el espacio, y sintió la pasión ciega que sentía por su trabajo.



A la mañana siguiente llegó a sus oídos el robo de una estatuilla, el halcón Maltés. Echó un vistazo al caso y encontró algo que lo unía al suyo. Había pasado muchas horas desesperadas sin avanzar nada en el caso del secuestro, pero todo cambiaría de una vez. Se lo comunicó a su director y éste le dio carta blanca, pero también le pidió que tuviese mucho cuidado, que el caso de la estatuilla era de la policía, ysi se enteraban que estaba metiendo las narices, el periódico se convertiría en un campo de batalla. Asintió y se marchó.



La investigación le llevó hasta Europa, ya veía el titular "acción en el atlántico norte" pero era en el mediterráneo, Francia concretamente, así quepidió un pasaje para Marsella y y de este modo empezó su travesía por la senda tenebrosa.
Estaba en elhotel, esperando al contacto francés de su periódico, aburrido, mirando dos libros que había en la cómoda de la habitación,
El motín del Caine y El sueño eterno, cuando llegó el contacto y dijo que tenían que ir a casa de una mujer conocida como la condesa descalza, situada en una calle sin salida en el barrio mafioso de papillón. Se llamaba Eva y era gruesa, de aspecto jovial y muy maquillada. Les invitó a sentarse yles contó que las dos señoras eran las autoras del robo del halcón, muy valioso por cierto, ya que pertenecía a el tesorode sierra madre. ¡Vaya mujeres! dijo nuestroamigo, las mujeres no somos ángeles, muy señor mío, dijo Eva al instante y se despidió invitándoles a marchar. ¡Que mujer! dijo el periodista, ¡sí! dijo el contacto, siempre Eva jajá, esas dos señoras son sus hermanas, ¿que! dijo el periodista, es una mala hermana, las ha delatado.
A la mañana siguiente tomaron un barco y pusieron rumbo a Sudan, donde les habían llevado las pruebas, y de allí a Marruecos así que con un pequeño bote fueron la cuenca del Nilo
rio arriba y después en coche hasta Libia, Cruzaron el desierto libanés y se unieron a una caravana de tuaregs para cruzar el desierto del Sahara, donde sufrieron el terrible Siroco, viento del desierto muy caliente que te ahoga al respirar. En esta caravana conoció a una mujer llamada la reina de África, de ojos impresionantes y con la cual no le importaría hacer un crucero a través del pacifico.



¡Este calor me hace delirar ! pensó. Por fin llegaron a Marruecos y en tres días a Casablanca. No le quedaban ganas de seguir investigando, estaba simplemente agotado. Estando en el hotel recibió una llamada que le intrigó, esa voz le era conocida. Lle citó en el Kabir, un club en la parte residencial de la ciudad, tomó la decisión de ir solo. Llegó un poco tarde y el portero le invitó a entrar, pasó, se volvió y preguntó ¿a qué puerta llamo? Hay varias, llamad a cualquier puerta, señor, todas le llevarán donde quiere ir, aquello le pareció la película Retorno al abismo.
Por fin entró y vio a tres mujeres, tres
ángeles con caras sucias, las dos señoras Carrol y y su hermana Eva que le tendían una estatuilla y le decían:


- Devuélvala a su lugar pero nosotras nos quedamos, por favorno diga que nos ha encontrado.


Les da la espalda y dice:- Bueno he resuelto ambos casos y resulta que no voy a poder escribir sobre ello ¡vaya! es una amarga victoria, pero victoria al fin yal cabo.



Vuelve la cabeza y ve a tres mujeres riendo, charlando y gesticulando con mucha alegría. Dice adiós con la mano y se marcha pensando que tiene la historia del año, el pulitzer. Hoy treinta años después, en casa, sentado en susillón favorito, mira con nostalgia la estatuilla del halcón que reposa sobre su peana encima de la chimenea, y recuerda lo último que se dijeron:



- Señoras, dijo, si se quedan aquí este será el último refugio que podrán encontrar. Estas contestaron:



- Siempre nos quedará París. A lo que este respondió:



- ¿Saben? creo que es



to es el comienzo de una larga amistad.



Volvió la mirada a la chimenea, a la estatuilla y justo al lado deesta había un premio pulitzer conseguido en su carrera periodística, pero esa es otra historia que algún día contaré.



José Antonio


RICHARD GUERE




En unas Noches de tormentas, Buscando al Sr Godbar, en la ciudad de Chicago, me encontré con Mr Jones, El primer caballero que conocí Un otoño en Nueva York. Éste era un Consul Hon


orario en esa ciudad. Me comentó sobre El caso Wells que trataba de La gran estafa del siglo.


Esto olía Asuntos sucios y salpicaba al Rey David y a su Oficial y caballero.
Los Reporteros iban tras ellos, conocidos como Los amos de Brooklyn.
El Análisis final de esta trama era el Poder que quería seguir ejerciendo este Yanky Infiel por naturaleza y Más allá de la ambición fue Atrapado sin salida.
En el filo de la duda me llamo Amelia también conocida como Pretty Woman por ser una Novia a la fuga casada con El chacal.

Charo




KATHERINE HEPBURN





No era como las mujercitas de su época. Tenía gran cultura, una educación liberal y enormes sueños de juventud. Estudió arte dramático en el Bryn Mawr College, donde conoció algunas historias de Filadelfia, pues ahí estaba este exclusivo centro.


Por su temperamento y decisión, parecía tener sangre gitana. Se convirtió en una de esas damas de teatro que llenan las tablas, pero además haciendo un doble sacrificio, se transformó en una gran actriz de cine, trabajando con estupendos actores y directores.


No se puede decir de ella que viviera sin amor, pues tuvo intensos romances; aunque el hombre de su vida fue el actor Spencer Tracy, con el que compartió títulos tan conocidos como "El estado de la Unión" o " La costilla de Adán". A lo largo de su longeva vida ganó 4 Oscar e infinidad de premios y nominaciones.


En 1994, ya octogenaria se retiró a su casa de campo. Me la imagino elegante y bella, aunque enferma, disfrutando en el estanque dorado. En junio de 2003, de repente, el último verano de su vida, murió una de las más grandes y personales actrices.


Si alguien me hubiese dicho un día adivina quién viene esta noche, sin duda me gustaría que Ella hubiera sido esa invitada.


De ella dijo Frank Capra " hay mujeres y además está Kate. Hay actrices y además está Hepburn".




Mercedes





RICHARD GUERE


Amelia, era una Pretty Women; él, Red Corner un seductor, Un American Gigolo. Se conocieron en Chicago , Red era abogado, con miras en El caso Wels, La gran estafa de los últimos tiempos en E.E.U.U. Amelia, Novia a la fuga, La infidelidad había terminado con dos de sus tres matrimonios y cuando llegaba el momento de dar el último paso hacia el altar, ella hacía un Análisis final y nada más veía sobre sí, La sombra de un cazador, no valían Las palabras mágicas que le susurraban a sus oídos.Con él todo había sido diferente, La intersección en sus vidas, gracias a El poder del amor bastó, su pareja era un Oficial y caballero. Disfrutaron maravillosamente de su Otoño en Nueva York y de su luna de miel en Shabana, bajo la luz intermitente de las vidriosas estrellas.

Ana