
Nuestra próxima actividad consiste en escribir un relato corto en el que el personaje principal es una mujer, compradora compulsiva en mercadillos. Ella se siente poseída por las personalidades de los antiguos dueños de la ropa usada que compra por muy poco dinero.
Actividad de http://lapiedraenelestanque.blogspot.com/p/consignas.htm
No podía remediarlo, allá donde se enteraba que había un mercadillo, allá que iba. Primero le interesaron los de ropa, luego abrió nuevos horizontes. Mercadillos de muebles viejos, de objetos antiguos, de libros... Todo tenía para ella un sentido y así fue creando su fantástico mundo. Su casa era una mezcla de objetos variopintos, arcones desvencijados que arreglaba con gran trabajo, pelucas con olor a naftalina, ropas usadas y raídas por el tiempo, estolas de mil formas y colores.
Con todo ello, Amalia que así se llama esta singular mujer, creaba mundos irreales para los demás, pero muy tangibles para ella. Un día salía al mercado con aspecto de Mata-Hari, o bien como una auténtica ejecutiva. Cuando invitaba a sus amistades a su casa nunca sabían cómo sería el recibimiento. El salón podía estar decorado de los años sesenta o tal vez estaba sobrecargado al más puro estilo rococó y por supuesto ella vestía de acuerdo con la ocasión.
No le importaba el qué dirán, ella era feliz y a su manera hacía feliz a cuantos la rodeaban. Incluso en el mercado que al principio la miraban como si de una loca se tratase, había conseguido sin pretenderlo hacerse respetar y querer, claro está que de esa misma manera ella trataba a los demás y aunque parezca mentira a veces, sólo a veces, esto funciona.
Con todo ello, Amalia que así se llama esta singular mujer, creaba mundos irreales para los demás, pero muy tangibles para ella. Un día salía al mercado con aspecto de Mata-Hari, o bien como una auténtica ejecutiva. Cuando invitaba a sus amistades a su casa nunca sabían cómo sería el recibimiento. El salón podía estar decorado de los años sesenta o tal vez estaba sobrecargado al más puro estilo rococó y por supuesto ella vestía de acuerdo con la ocasión.
No le importaba el qué dirán, ella era feliz y a su manera hacía feliz a cuantos la rodeaban. Incluso en el mercado que al principio la miraban como si de una loca se tratase, había conseguido sin pretenderlo hacerse respetar y querer, claro está que de esa misma manera ella trataba a los demás y aunque parezca mentira a veces, sólo a veces, esto funciona.
Mercedes
Fui al mercadillo y mientras estaba comprando fruta a mi amigo Pedro, vi pasar a una señora que parecía de la jet-set, con mucho aire de ser un personaje, no solo en su forma de vestir sino en sus andares y en sus modales.
Mi amigo Pedro se rió al verla y le pregunté ¿quién es? Su respuesta me dejó de piedra.
Según me comentó, esta señora es una persona habitual en el mercadillo y todos la conocen por sus vestimentas excéntricas. Ella se dedica a comprar toda clase de ropas e incluso las usadas; porque ella no tiene mucho dinero pero tiene una enfermedad que la empuja a comprar compulsivamente y todo aquello que se pone, representa para ella un personaje distinto. Según me comentó, ellos la llaman la señora fantástica pues es raro el día que no aparece con un modelito nuevo y raro.
Esto de mofarse de las personas, a mi no me hace ninguna gracia pues entiendo que lo que tiene es una enfermedad parecida a la ludopatía…
Esta enfermedad no es tanto de ella, como de toda la sociedad, debido al bombardeo publicitario de toda índole, creándonos unas falsas necesidades difícilmente soportables para nuestra economía y que merman nuestra personalidad.
Mi amigo Pedro se rió al verla y le pregunté ¿quién es? Su respuesta me dejó de piedra.
Según me comentó, esta señora es una persona habitual en el mercadillo y todos la conocen por sus vestimentas excéntricas. Ella se dedica a comprar toda clase de ropas e incluso las usadas; porque ella no tiene mucho dinero pero tiene una enfermedad que la empuja a comprar compulsivamente y todo aquello que se pone, representa para ella un personaje distinto. Según me comentó, ellos la llaman la señora fantástica pues es raro el día que no aparece con un modelito nuevo y raro.
Esto de mofarse de las personas, a mi no me hace ninguna gracia pues entiendo que lo que tiene es una enfermedad parecida a la ludopatía…
Esta enfermedad no es tanto de ella, como de toda la sociedad, debido al bombardeo publicitario de toda índole, creándonos unas falsas necesidades difícilmente soportables para nuestra economía y que merman nuestra personalidad.
Charo
Era una mujer mayor, de 65 años, con 3 hijos. Sus hijas temían que llegara el miércoles, que era el día en que ponían un mercadillo en la ciudad, porque ella compraba todo lo que le gustaba tanto bolsos, bisutería, ropa interior ...
Pero lo peor es que lo que más compraba era ropa para una mujer más joven que ella. Sus hijas le aconsejaban que no se las compraran. Además nunca la veían con ninguno de los modelos que se compraba.
Cuando iban a su casa tenía todos los armarios llenos de ropa y zapateros con más de 60 pares de zapatos y todos nuevos.
Hasta que pasado unos años, una de sus nietas se quedó a dormir en su casa con ella, pero en habitaciones separadas. Alrededor de las dos de la madrugada, escuchó ruidos en la habitación de su abuela y fue silenciosamente para ver si le ocurría algo y cuál fue su sorpresa al verla poniéndose la ropa que nunca se ponía y desfilando por la habitación.
Se dieron cuenta de que le gustaba vestir como una jovencita, con mallas, tacones altísimos y escotes de escándalo y ropa ceñidísima.
Pero lo peor es que lo que más compraba era ropa para una mujer más joven que ella. Sus hijas le aconsejaban que no se las compraran. Además nunca la veían con ninguno de los modelos que se compraba.
Cuando iban a su casa tenía todos los armarios llenos de ropa y zapateros con más de 60 pares de zapatos y todos nuevos.
Hasta que pasado unos años, una de sus nietas se quedó a dormir en su casa con ella, pero en habitaciones separadas. Alrededor de las dos de la madrugada, escuchó ruidos en la habitación de su abuela y fue silenciosamente para ver si le ocurría algo y cuál fue su sorpresa al verla poniéndose la ropa que nunca se ponía y desfilando por la habitación.
Se dieron cuenta de que le gustaba vestir como una jovencita, con mallas, tacones altísimos y escotes de escándalo y ropa ceñidísima.
Paqui
Quisiera contar a ustedes,
si en permitírmelo os place
la historia de una doncella,
que por encontrarse bella,
de zoco en zoco se avenga.
Esa su pobre alcancía,
que siempre se encuentra vacía,
mas no su noble aposento,
que a sus damas da tormento
¡no paran de colocar!.
Siempre hay ropas y trastos
un sinfín de porquerías
que adquiere con algarabía
en un tenderete u otro
lo mismo da uno que otro,
lo que se aviene es comprar.
Se oyen dimes y diretes,
en todo el reino la nombran,
la bella ya no está cuerda,
ha perdido la razón.
Cuando aparece en la corte
lo mismo se cree dama cortesana
que una alocada fulana,
pintora, espía, jinete,
lo pasa de rechupete,
inventándose quién es.
Pócimas y brebajes
para quitarle sus males,
circulan por todo el reino
mas no han de surtir efecto
ella es feliz así.
Su rey padre ha prohibido
venta ambulante en sus dominios,
nada, nada de mercaillos,
¡eso es una sin razón!.
¡Ay, que esto sólo ha traído
la pérdida de su color!,
que no hay nada más divertido
que comprar en el mercadillo.
Ana
Le vuelven loca los mercados.
Le da lo mismo el de Vejer que el de Campillo.
Disfruta como una chiquilla, cuando va al de Sabinillas.
Compra cosas usadas, a sabiendas que no le valen para nada.
Vestidos, zapatos, bolsos, blusón...
Compra sin ton ni son,
aunque luego lo tire al contenedor.
Espera ilusionada el día que lo ponen en su barriada.
Va siempre, haga sol, lluvia, viento o arriada
Es que es una compradora compulsiva,
y el comprar le da vida.
Pepa